Una de las tareas fundamentales en el cuidado de nuestras plantas es asegurarnos de que tengan un sustrato saludable y nutritivo. Sin embargo, con el tiempo, incluso el sustrato más excelente puede volverse agotado o inadecuado para nuestras plantas. Pero, ¿cómo podemos saber cuándo es el momento adecuado para un cambio? Aquí te presento algunas señales a tener en cuenta:
1. Desgaste del sustrato
Observa la apariencia física del sustrato. Si notas que ha perdido su textura aireada y se ha compactado, es probable que esté agotado y necesite ser reemplazado. Un sustrato fresco y bien drenado es esencial para el crecimiento saludable de las raíces de las plantas.
Con el paso del tiempo el sustrato se va desgastando, las partículas que posee se van colapsando, este va perdiendo estructura y elementos nutricionales; por lo que es pertinente hacer un cambio o mejorar el sustrato que ya tienes, principalmente aportándole materia orgánica, aireación y textura.
2. Mal drenaje del agua
El drenaje deficiente del agua es una señal clara de que el sustrato está saturado o compactado. Si el agua tarda mucho tiempo en drenar después de regar las plantas o si notas charcos en la superficie del sustrato, es hora de considerar un cambio. El sustrato adecuado debe permitir que el agua se filtre libremente a través de él.
La compactación de sustrato limita la absorción de lagua y los nutrientes e incluso puede ser bastante perjudicial para el crecimiento y la salud de la planta.
3. Presencia de plagas o enfermedades:
Si has tenido problemas recurrentes con plagas de insectos, hongos u otras enfermedades en tus plantas, es posible que el sustrato esté contribuyendo a estos problemas. Algunos patógenos pueden residir en el sustrato y propagarse a las raíces de las plantas, lo que puede afectar su salud. Cambiar el sustrato puede ayudar a eliminar estas amenazas y restaurar un entorno más saludable para tus plantas.
Te recomiendo colocar tu planta en cuarentena, analizar el sustrato y atacar el problema con productos caseros o comerciales (dependiendo de la gravedad del problema). Luego puedes agregar un sustrato nuevo y esperar a que se recupere para reintegrarla de nuevo tu nuestro jardín (así evitamos que se propague el problema a otras plantas).
Ten en cuenta que en cuestión de podredumbre es muy complicado recuperar tu planta (ya que la puede matar rápidamente), por lo que evita excesos de riego y por supuesto como ya hemos mencionado, estructura un buen sustrato para no tener este tipo de complicaciones.
4. Las plantas muestran signos de estrés:
Observa el comportamiento y la apariencia de tus plantas. Si notas que están mostrando signos de estrés, como marchitamiento, amarilleo de las hojas o crecimiento lento, puede ser una indicación de que el sustrato ya no está proporcionando los nutrientes necesarios para su crecimiento saludable. Un cambio de sustrato puede revitalizarlas y estimular un crecimiento vigoroso.
5. Mal olor o descomposición:
Un sustrato viejo y agotado puede desarrollar un olor desagradable debido a la descomposición de la materia orgánica. Si percibes un olor desagradable proveniente del sustrato o notas la presencia de moho u hongos, es una clara señal de que necesita ser reemplazado.
6. Época de crecimiento
Es bueno darles un empujón a tus plantas, especialmente en primavera o en la época de mayor calor (etapa de crecimiento). Recuerda que un buen sustrato contiene nutrientes, fertilizantes y materia orgánica, todos estos elevan y le ayudan al crecimiento de tus plantas. Puedes sustituir la capa superior (algunos centímetros) del sustrato cuando llegue esta época del año para potenciar su desarrollo a otro nivel.
Espero que estas señales te ayuden a identificar cuándo es el momento adecuado para cambiar el sustrato de tus plantas. Recuerda que un sustrato fresco y nutritivo es esencial para el bienestar y el crecimiento saludable de tus plantas.
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